El detector AVENAR 4000 es una nueva gama de detectores automáticos de incendios que se caracterizan por una gran precisión y rapidez de detección. Las versiones con dos sensores ópticos (doble óptica) son capaces de detectar el humo más ligero. La gama incluye versiones con rotativos, direccionables manual y automáticamente, y versiones sin rotativos para direccionamiento automático.
Los sensores individuales se pueden configurar en el software de programación FSP-5000-RPS.
Todas las señales de los sensores son analizadas continuamente por la electrónica de evaluación interna (ISP - Intelligent Signal Processing) y están conectadas entre sí mediante un microprocesador incorporado. Gracias a la conexión entre los sensores, los detectores combinados también pueden utilizarse en lugares en los que se espera la presencia de humo ligero, vapor o polvo durante el funcionamiento normal.
Sólo si la combinación de señales corresponde a las características del lugar de aplicación, seleccionadas durante la programación, la alarma se dispara automáticamente. De este modo se reducen las falsas alarmas.
Además, se analiza el tiempo de las señales de los sensores en la detección de incendios y fallos, lo que conduce a una alta fiabilidad de detección para cada sensor individual.
En el caso del sensor óptico y químico, el umbral de respuesta (compensación de deriva) se ajusta de forma activa. Es posible la desconexión manual o temporizada de sensores individuales para la adaptación a factores de interferencia extremos.
El sensor óptico utiliza el método de luz difusa. Un LED transmite la luz a la cámara de medición, donde es absorbida por la estructura de laberinto. En caso de incendio, el humo entra en la cámara de medición y las partículas de humo dispersan la luz del LED. La cantidad de luz que incide en el fotodiodo se convierte en una señal eléctrica proporcional. Las versiones de doble óptica utilizan dos sensores ópticos con longitudes de onda diferentes. La tecnología Dual-Ray funciona con un LED infrarrojo y otro azul, de modo que el humo más ligero se detecta de forma rápida y fiable (detección TF1 y TF9).
Como sensor térmico se utiliza un termistor en una red de resistencias a partir del cual un convertidor analógico-digital mide la tensión dependiente de la temperatura a intervalos regulares.
Dependiendo de la clase de detector especificada, el sensor de temperatura activa el estado de alarma cuando se supera la temperatura máxima de 54 °C o 69 °C (máximo térmico), o si la temperatura aumenta en una cantidad definida en un tiempo especificado (diferencial térmico).
La función principal del sensor de gas es detectar el monóxido de carbono (CO) generado como resultado de un incendio, pero también detectará hidrógeno (H) y monóxido nitroso (NO). El valor de la señal del sensor es proporcional a la concentración de gas. El sensor de gas proporciona información adicional para suprimir eficazmente los valores engañosos.